En los países en desarrollo, al contrario que en los occidentales e industrializados, los mayores son solo una pequeña porción de la población. Una mayoría de gente joven puede traducirse en un alivio de la carga que soportan los sistemas estatales de salud y bienestar, pero conlleva otros problemas. Los lugares con una población poco envejecida tienen que invertir más en educación, creación de empleo y crecimiento económico. El lado positivo es que los jóvenes pueden fomentar la innovación y la productividad. Sin embargo, sin la planificación e infraestructura pertinentes, estos pueden sufrir las consecuencias del desempleo y el subdesarrollo económico. El equilibrio a largo plazo entre los grupos etarios juega un papel esencial en el futuro de los países. En esta galería haremos un repaso de las 30 naciones con menos ancianos de 2025
comparando el porcentaje de personas de 65 o más años con el total poblacional. ¡Adelante!