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Cuando alguien te pregunta si estás bien -

Aunque es obvio que no.

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Cuando dice a alguien cómo llegar a su destino y lo ves alejarse -

Las probabilidades de éxito son del 50 %.

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Cuando tu colega de trabajo no para de tararear -

El día en el trabajo se vuelve aún más difícil cuando tienes que aguantar un sonido de zumbido desafinado.

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Cuando pasaste toda la noche viendo 'Making a Murderer' -

Netflix puede desbaratar incluso las mejores intenciones de acostarse temprano.

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Cuando ves a tu primo favorito llegando a la reunión familiar -

Esa persona que te entiende y te ayudará a desviar las preguntas de los parientes entrometidos sobre tu situación sentimental.

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Cuando alguien critica 'Harry Potter' -

Háblale a la mano.

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Cuando tus amigos dicen que han dejado el gluten -

Estás segura de que no son celíacos y esperas pacientemente a que se acerquen poco a poco a la cesta del pan.

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Cuando ves a alguien cogiendo el último trozo -

Ya sea pizza o tarta, cuesta creer que no te la ofrezcan (para comértela tú, claro).

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Hacer travesuras o cometer infracciones -

Por supuesto, tienes que poner al día a tu 'partner in crime'.

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Cuando vuelcas accidentalmente un expositor en un supermercado -

Y deseas con todas tus fuerzas que nadie te haya visto... mientras te vas como si nada.

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Cuando te has comido un buen burrito -

Y ese gas discreto, pero potente se escapa en el momento más inoportuno, pero sigues sonriendo para disimular.

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Cuando tus amigos dan vergüenza ajena -

Es tu seguro de vida contra esas fotos que tienen ellos de tu época de universitaria fiestera.

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Cuando te saltas la dieta -

Y ves pasar otro trozo de tarta... Ya de perdidos, ¡al río!

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Cuando brindas con tus enemigos -

¡Ojalá te atragantes!

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Si pierdes el autobús al trabajo -

Está bien, en realidad no querías ir a trabajar.

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Nunca jamás -

Tu amigo jura que no volverá a enviar mensajes a su ex, pero ya sabes cómo va a acabar eso.

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Cuando acabas de comer pero vuelves a tener hambre -

La mirada de alguien que ya está planeando su próxima comida.

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Cuando el que te gusta cuenta un chiste -

¿Me he pasado?

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Cuando no recuerdas si has desenchufado la plancha -

Estabas muy feliz hasta que se te pasó por la cabeza la imagen de tu casa reducida a cenizas.

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Cuando sabes exactamente qué palabra busca el compañero de trabajo al que odias -

Te complace presenciar su agonía.

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Cuando todas tus amigas se quedan embarazadas -

Y tú simplemente has comido demasiado.

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Cuando alguien te interrumpe -

Aunque intentes ocultarlo, tu malestar es evidente.

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Cuando por fin encuentras niñera -

¡Esta noche salgo!

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Viernes -

¡Sí! ¡Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe!

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Cuando intentas guardar un secreto -

Pero es demasiado bueno.

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Cuando alguien te habla antes de tomar el café -

¿Cómo pretenden que seas educada?

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Cuando por fin se acaba tu turno -

¡Qué alegría!

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Cuando sacas el mismo tema polémico por tercera vez -

Es evidente que tu pareja no le hace gracia, pero seguirás mencionándolo, porque tienes razón.

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Cuando ponen a prueba tu paciencia -

Claro, puede que sea un niño pequeño, pero eso no te ha impedido nunca poner a alguien en su sitio.

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Cuando te llevas genial con tu pareja -

Pero te encanta ver los dramas de los demás.

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