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No lo documentes todo -

Sí, tus seguidores de Instagram ya saben que haces ejercicio. No tienes que documentar todo lo que haces en el gimnasio.

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Cuidado con la fuente - No escupas ni metas la nariz en la fuente de agua. Es asqueroso. La gente pone allí la boca para beber.

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Cuidado con lo que comes en el gimnasio - Está bien comer una barra de proteínas, pero el gimnasio no es un comedor. Tienes que buscar otro sitio para almorzar o merendar.

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Limpia el sudor - A todos nos ha pasado. Vamos a usar un banco o una máquina, cuando nos damos cuenta de que están llenos de sudor. Si te puedes permitir ir al gimnasio, seguro que te puedes permitir una toalla.

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Viste ropa limpia - La ropa sucia huele, sobre todo, si estás sudando. Hazte a ti mismo y al resto de los presentes un favor y lava la ropa del gimnasio.

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Usa desodorante - Harás ejercicio, tu temperatura corporal aumentará y sudarás. Por favor, usa desodorante. Todos te lo agradecerán.

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Cuidado con el olor corporal -

En resumen, dúchate, usa ropa limpia y desodorante. Sencillo, ¿verdad?

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Coloca las pesas en su sitio - Recoge las pesas después de usarlas. Si tienes fuerza para usarlas, tienes fuerza para ponerlas en su sitio.

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No te quites la camiseta - No estás en un anuncio. Si te quitas la camiseta, lo llenarás todo de sudor y la persona que vaya a usar las máquinas después se encontrará con una situación poco higiénica. La ropa al menos es una barrera.

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Cuidado al hacerte el selfie en el espejo -

Vale que la dieta y el ejercicio esté dando resultados, pero no tienes que cortar el paso a la gente.

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Evita flirtear con todo el mundo - Claro que puedes hablar con la gente e incluso puedes encontrar a tu alma gemela en el gimnasio. Sin embargo, ir al gimnasio con el único propósito de ligar con todos los que te parecen atractivos, no es una buena idea.

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¿Necesitas ayuda? - Está bien preguntarle a alguien si necesita ayuda. Pero no está bien prestar ayuda o tocar a alguien sin que te lo pida.

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Cuidado con a donde miras - A veces puede costar no mirar a alguien muy atractivo; pero eso no significa que esté bien quedarse pasmado.

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Elige bien la ropa - Viste ropa apropiada cuando haces ejercicio. No, los vaqueros no son una opción.

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No des consejos si no te lo piden - Tus intenciones pueden ser buenas, pero lo cierto es que los ejercicios de los demás no son cosa tuya. Ese es el trabajo de los entrenadores.

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Evita los malos entrenadores - Los entrenadores personales te pueden ayudar a conseguir tus metas. Pero, al igual que en cualquier otro trabajo, hay entrenadores buenos y entrenadores malos. Algunos pueden forzar al cliente a hacer ejercicios que no controlan o con un nivel de intensidad superior a sus capacidades.

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Sé realista - Todos lo hemos hecho. Agarramos una pesa y nos damos cuenta de que pesa demasiado para nosotros. Entonces, en vez de hacer lo correcto y cambiarla, nos entra la vergüenza y seguimos. Eso es inútil y contraproducente. No lo hagas.

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Evita los suplementos al empezar - Cuando estás empezando, puedes pensar que necesitas suplementos para conseguir tus metas. No es así. Opta mejor por una dieta equilibrada.

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Suelta el celular - La mayor parte de la gente pasa mucho tiempo con el celular durante el día. Céntrate en tus ejercicios y no te sientes a mandar mensajes. El gimnasio no es el salón de tu casa.

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Pide ayuda - A veces, para levantar peso es mejor que alguien te apoye. Olvídate del ego y del miedo a pedir ayuda o te harás daño.

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Evita bloquear el paso - Es fantástico estar orgulloso de tu cuerpo, pero un gimnasio abarrotado no es el mejor lugar para admirar tus progresos.

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Respeta el espacio personal - Tus intenciones son buenas y solo quieres aportar motivación, pero no hace falta acercarse tanto.

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No hagas ruido - Es normal hacer algún ruidito cuando levantas peso, pero recuerda que estás en un espacio compartido y a nadie le apetece oírte desde la otra punta del gimnasio.

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No vayas si te sientes mal - ¿Piensas que sudar te sentará bien? La gente va al gimnasio para mantenerse en forma, no para coger virus. Por favor, quédate en casa.

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Cuidado al hablar con la gente - Una pequeña distracción puede ser suficiente para fracasar. Ahora imagina las consecuencias de que alguien te distraiga mientras estás levantando un peso por encima de la cabeza. Exacto.

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Contrólate - Puedes emocionarte y hacer algo de ruido, sobre todo, cuando haces pesas y estás cansado. Sin embargo, no hay necesidad de soltar tacos como si fueses a matar a alguien.

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No juzgues a los demás -

No te rías e nadie en el gimnasio. Mucha gente no está en forma y por eso son nuevos allí, así que no les compliques la vida.

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