© Shutterstock 

Ejercicio -

Todos sabemos que el ejercicio es beneficioso para la salud en general y también te ayudará a controlar la presión sanguínea.

© Shutterstock

Ejercicio -

Entre 30 y 40 minutos, tres o cuatro veces por semana, será suficiente.

© Shutterstock

Control de peso -

También es importante que mantengas un peso saludable, y no se trata solo del IMC. La acumulación de grasa en el abdomen puede acarrear problemas serios.

© Shutterstock

Control de peso -

No caigas en la tentación de las dietas milagro. Opta por una alimentación saludable, implementando cambios de hábitos que puedas mantener en el tiempo.

© Shutterstock

Azúcar -

Una forma muy sencilla de reducir la presión sanguínea consiste en reducir el exceso de azúcar de tu dieta. Tus dientes también lo agradecerán.

© Shutterstock

Carbohidratos refinados -

Nadie dice que debas eliminar los carbohidratos de tu alimentación, al contrario. Sin embargo, si reduces la cantidad de refinados y los sustituyes por integrales, tu presión sanguínea podría estabilizarse.

© Shutterstock

Potasio -

Los plátanos, el pescado, la leche, las batatas y los tomates son fantásticas fuentes de potasio, que ayuda a reducir la presión sanguínea.

© Shutterstock

Potasio -

Las dietas ricas en potasio pueden ser dañinas para personas con problemas en los riñones, así que consulta a tu médico.

© Shutterstock

Sal -

Algunas personas consiguen bajar su presión sanguínea reduciendo la cantidad de sal que ingieren, pero no a todos nos funciona. Eso sí, comer con menos sal solo puede traer cosas buenas.

© Shutterstock

Comida procesada -

El alto contenido en sal y azúcar de los alimentos procesados es preocupante. En cambio, los alimentos naturales siempre serán más saludables y te ayudarán a reducir la presión sanguínea.

© Shutterstock

Comida procesada -

Sería genial que redujeses la ingesta de comida procesada, pero sería aún mejor si pudieses desterrarla por completo de tu dieta.

© Shutterstock

Fumar -

Todos sabemos que el tabaco causa una amplia gama de enfermedades, y también está estrechamente relacionado con la presión sanguínea alta.

© Shutterstock

Fumar -

Si dejas el tabaco, invertirás algunos de los daños causados a tu sistema cardiovascular y, por lo tanto, ayudarías a reducir tu presión sanguínea.

© Shutterstock

Estrés -

Respirar profundamente y tomarse un momento para relajarse es siempre una buena forma de reducir el estrés, que podría provocar presión sanguínea alta.

© Shutterstock

Estrés -

Muchos tenemos trabajos estresantes, pero podemos gestionar la tensión haciendo descansos de forma regular y asegurándonos de que no trabajamos demasiadas horas.

© Shutterstock

Yoga -

La meditación y el yoga pueden ser muy útiles para controlar este problema. Estas prácticas reducen el estrés y, como consecuencia, mejoran la presión sanguínea.

© Shutterstock

Chocolate negro - Debe tener al menos un 60 % de cacao y no debes excederte con las cantidades. Una pequeña porción al día puede ser muy beneficiosa para bajar la presión sanguínea.

© iStock

Hierbas medicinales -

Si tomas medicación con receta, habla siempre con tu médico antes de tomar suplementos de hierbas. Eso sí, el té verde y el jugo de apio ayudan a reducir la presión sanguínea.

© Shutterstock

Jengibre -

El jengibre aporta una gran variedad de beneficios a nuestra salud, como ayudar a reducir la presión sanguínea.

© Shutterstock

Sueño -

Si quieres normalizar tu presión sanguínea, debes dormir siempre entre siete y nueve horas. Dormir más o menos podría causarte problemas.

© Shutterstock

Ajo -

La ingesta de ajo, ya sea entero o en polvo, puede ayudarte también con esto.

© Shutterstock

Proteína -

Los alimentos ricos en proteínas, como el pescado, los huevos, la ternera, los frutos secos o los garbanzos pueden ser muy efectivos a la hora de reducir la presión sanguínea.

© Shutterstock

Suplementos -

Algunos suplementos que se pueden usar a la hora de reducir la presión sanguínea son: Omega 3, citrulina, coenzima Q10 y proteína del suero.

© Shutterstock

Alcohol - No es necesario dejar por completo el alcohol (a menos que así lo desees), pero es importante reducirlo al mínimo para mantener la presión sanguínea en niveles normales.

© iStock

Alcohol -

¿Por qué no sustituir las bebidas alcohólicas por otras que no lo sean? Simplemente, ten cuidado con la cantidad de azúcar que llevan.

© Shutterstock

Cafeína -

Reducir la ingesta de cafeína tomando menos café, Coca-cola o bebidas similares puede mejorar tus niveles de presión sanguínea. El exceso de cafeína también puede provocar insomnio.

© Shutterstock

Calcio -

Existe relación entre una dieta con niveles suficientes de calcio y los niveles normales de presión sanguínea.

© Shutterstock

Magnesio -

Las verduras, los productos lácteos, las legumbres, el pollo y los granos integrales contienen magnesio, que puede ayudar a reducir la presión sanguínea.

© Shutterstock

Frutos del bosque -

Comiendo frutos del bosque puedes ayudar a controlar la presión sanguínea porque contienen polifenoles, que previenen las dolencias cardiovasculares.

© Shutterstock

Medicación con receta -

Si nada de lo anterior te ayuda a reducir tu presión sanguínea, tal vez necesites que tu médico te recete alguna medicación. Consulta con él antes de implementar cualquier cambio en tu estilo de vida.

© Shutterstock