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¿Qué es el dolor de oídos? -

El dolor de oídos a menudo se describe como una sensación de presión en uno o ambos oídos. En los casos más graves, puede ser un dolor agudo, sordo o ardiente que viene y va. Los niños son especialmente susceptibles a este problema.

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¿Quiénes pueden sufrirlo? -

Suele darse sobre todo en niños, pero los adultos también pueden experimentarlo.

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¿A qué se debe? -

Se puede deber a múltiples factores. Por ejemplo, puede ser un síntoma temprano de resfriado o gripe. Sin embargo, la causa más común es una infección.

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Otros síntomas -

Los oídos están relacionados con nuestro sentido del equilibrio. Por tanto, los problemas de oído pueden producir mareos e incluso debilidad.

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Problemas de audición -

Otros síntomas asociados al dolor de oído incluyen la pérdida de audición, los pitidos o la expulsión de fluidos.

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Niños y dolor de oído -

Los más jóvenes son más propensos a tener más síntomas. Pueden percibir los sonidos de una forma apagada o incluso pueden presentar problemas para responder a los sonidos. Además, dormirse puede ser todo un reto, y más si les duele la cabeza o tienen fiebre.

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Indicadores en niños -

Un niño con dolor de oídos suele llorar o estar más irritable de lo normal. Si se tocan mucho los oídos, se tiran de las orejas o pierden el apetito, pueden estar sufriendo molestias de este tipo.

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Dolor e infección de oídos -

Las infecciones bacterianas son una causa común de dolores de oído e incomodidad. Pueden darse en el oído externo, en el medio o en el interno.

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Infección del oído externo -

Normalmente provoca enrojecimiento e inflamación de la oreja, entre otros. Suele surgir cuando, después de nadar o bañarse, se queda agua dentro del oído.

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Infección del oído medio -

El oído medio es la zona que está inmediatamente detrás del tímpano. Este tipo de infecciones suelen ser el resultado de que algún fluido se quedó atascado detrás del tímpano, haciendo que este se abombe. Algunos síntomas son el dolor, los mareos y la expulsión de fluidos. La causa suele ser un resfriado o un problema respiratorio.

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Infección del oído interno -

Además del dolor de oídos, los síntomas de la infección del oído interno incluyen mareos, náuseas y vómitos. Los problemas con esta parte del oído no siempre se deben a infecciones, sino que muchas veces la culpable es la inflamación.

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Prevenir infecciones de oído en niños -

Las mejores estrategias para ayudar a prevenir que tus hijos sufran infecciones auditivas incluyen darle el pecho a tu recién nacido hasta los seis meses de vida (la leche materna tiene propiedades antimicrobianas). Recuerda mantener las vacunas al día, sobre todo, la vacuna contra el neumococo y la gripe, y evita que se conviertan en fumadores pasivos.

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¿Por qué nos duelen los oídos a los adultos? -

Los niños suelen padecer este incómodo dolor como resultado de una infección, pero en los adultos las causas pueden ser múltiples: artritis en la mandíbula, tapones de cera, perforaciones en el tímpano u objetos atascados en el oído.

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Dolores de oído en los adultos -

También pueden derivar de lesiones producidas por cambios de presión (por ejemplo, alta altitud), sinusitis, infección en los dientes o irritación de garganta.

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Trastornos de la articulación temporomandibular -

Son problemas de la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo y pueden provocar dolor de oídos, entre otras dolencias. Estos trastornos afectan sobre todo a adultos y a niños de más de 10 años.

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¿Cuándo debes buscar ayuda profesional? -

Debes llamar a tu doctor o buscar ayuda médica si el dolor de oídos empeora, si es persistente o si no desaparece con los cuidados básicos.

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Signos de peligro -

Si sale sangre o pus del canal auditivo o sientes debilidad en los músculos faciales, busca atención médica urgentemente. Asismismo, si la zona que rodea la oreja se inflama, llama al médico lo antes posible.

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Alergias y dolor de oído -

A veces, el dolor de oídos está relacionado con reacciones alérgicas al jabón, al champú, a los pendientes, etc. Los desencadenantes de la alergia más típicos son el polvo y el polen.

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Cuidados -

Algunos de los casos más leves de dolor de oídos se pueden tratar en casa poniendo, por ejemplo, un paño húmedo sobre el oído. Además, la inflamación o el dolor puede disminuir poniendo una bolsa de agua caliente sobre la oreja. Al sentarte en posición vertical o mascar chicle, la presión podría disminuir.

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Cuidados en casa -

Las gotas o los analgésicos sin receta también pueden ayudar.

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Gotas -

Las gotas pueden reducir la presión del oído causada por fluidos y cera. Es importante leer las indicaciones con cuidado y buscar ayuda médica antes de echarle gotas a un/a niño/a. Recuerda, las gotas sin receta no sustituyen a las que pueda darte el doctor o a los antibióticos, así que solo se pueden usar durante unos días. Si los síntomas persisten, llama al médico.

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Qué NO hacer -

No te metas nada en el oído.

No les des aspirina a menores de 18 años. La aspirina se ha relacionado con el desarrollo del síndrome de Reye, una enfermedad poco común pero grave que provoca inflamación en el cerebro y el hígado.

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Limpieza de oídos -

Los bastoncillos solo se deben usar para limpiar la zona externa de la oreja y nunca deben entrar hondo.

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Remedios caseros para el dolor de oídos -

Algunas personas prefieren no buscar tratamiento médico inmediatamente y, si el dolor no es fuerte, optan por probar remedios caseros. Los masajes suaves en la cara pueden ayudar a aliviar el dolor que va de la articulación de la mandíbula hasta los dientes o a drenar el exceso de fluido de los oídos.

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Ajo -

Los ajos se han usado desde siempre en la medicina tradicional. Investigaciones modernas sugieren que sus propiedades antimicrobianas pueden ayudar a combatir infecciones. No sirve para sustituir a los antibióticos, pero comer un diente de ajo crudo al día podría ayudar a prevenir las infecciones auditivas.

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Aceite de oliva -

Echando par de gotas de aceite de oliva tibias en la oreja podríamos ayudar a aliviar el dolor. Asegúrate de que la temperatura del aceite no supera tu temperatura corporal usando un termómetro. ¡Cuidado para no quemarte el oído!

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Aceite de jengibre -

El jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a aliviar el dolor de oídos. Un remedio tradicional consiste en aplicar aceite de jengibre en la parte externa del canal auditivo. No lo eches directamente en el oído.

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Gotas naturopáticas -

Como alternativa a las tradicionales gotas sin receta, las gotas naturopáticas están hechas de extractos herbáceos a base de aceite de oliva. Lo mejor siempre es consultar a tu doctor antes de usar extractos de este tipo para tratar problemas médicos.

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Posición para dormir -

Dormir en ciertas posiciones puede aumentar el dolor derivado de infecciones auditivas. Por otra parte, otras posiciones pueden aliviarlo. Al contrario de lo que pueda parecer, es mejor dormir con el oído afectado hacia arriba, en lugar de apoyarlo en la almohada. Así se facilita el drenaje. Si además duermes con la cabeza un poco alta, sería perfecto. 

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Ejercicios de cuello -

La presión en el canal auditivo puede provocar dolor de oídos. Podemos realizar ciertos ejercicios de cuello para aliviar esta presión, el dolor y la incomodidad. Habitúate a realizar ejercicios de rotación de cuello sencillos varias veces al día.

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