





























VER TAMBIÉN
VER DE NUEVO
© Shutterstock
0 / 30 Fotos
Síntomas
- Los síntomas del SII varían, pero los más comunes suelen ser los cólicos y la hinchazón, así como los cambios en el aspecto y la frecuencia de las deposiciones.
© Shutterstock
1 / 30 Fotos
Cuándo ir al médico
- Si sueles tener un tránsito intestinal irregular o presentas otros síntomas propios del SII, háblalo con tu médico.
© Shutterstock
2 / 30 Fotos
Causas
- Aún no se sabe a ciencia cierta qué es lo que provoca el SII, pero hay algunos factores que parecen influir en su desarrollo.
© Shutterstock
3 / 30 Fotos
Contracciones musculares en el intestino
- Las paredes de los intestinos están revestidas de capas musculares que se contraen a medida que la comida se desplaza por el tubo digestivo. El SII puede hacer que estas contracciones sean más fuertes y duraderas, lo que puede dar lugar a gases, hinchazón y diarrea. También puede darse el caso de que las contracciones sean demasiado débiles, lo que hace que la comida pase más despacio y que las heces se vuelvan más duras y secas.
© Shutterstock
4 / 30 Fotos
Sistema nervioso
- Los problemas neurales del sistema digestivo pueden hacer que el cuerpo reaccione de manera exagerada a ciertos cambios que ocurren de forma habitual durante la digestión. Esto se traduce en dolor, diarrea o estreñimiento.
© Shutterstock
5 / 30 Fotos
Infección grave
- El SII puede desarrollarse como resultado de un episodio grave de diarrea provocado por un virus o bacteria (gastroenteritis). Se cree que también podría estar asociado a un sobrecrecimiento bacteriano en los intestinos.
© Shutterstock
6 / 30 Fotos
Estrés precoz
- Las personas expuestas a unos altos niveles de estrés o sucesos traumáticos (sobre todo durante la infancia) tienden a tener más síntomas.
© Shutterstock
7 / 30 Fotos
Cambios en la flora intestinal
- Estos cambios pueden darse en las bacterias, hongos y virus que normalmente residen en nuestro intestino y que juegan un papel importante en nuestra salud. Las investigaciones demuestran que la flora intestinal de quienes tienen SII puede diferir de la del resto de personas.
© Shutterstock
8 / 30 Fotos
Desencadenantes
- Quienes sufren SII verán que hay ciertas cosas que pueden empeorar los síntomas.
© Shutterstock
9 / 30 Fotos
Comida
- Ciertas bebidas y alimentos pueden empeorar los síntomas del SII. Tal es el caso del trigo, los lácteos, los cítricos, las legumbres, la col, la leche y las bebidas carbonatadas.
© Shutterstock
10 / 30 Fotos
Estrés
- Los síntomas tienden a agravarse o volverse más frecuentes durante los periodos de mayor estrés. Sin embargo, esta no provoca SII, solo lo empeora.
© Shutterstock
11 / 30 Fotos
El SII no se puede prevenir
- Como no se sabe cuál es la causa exacta del SII, no se puede evitar ni prevenir, pero sí es posible mantener los síntomas a raya si se evitan los desencadenantes.
© Shutterstock
12 / 30 Fotos
¿Puede dar pie a otros problemas más serios?
- El SII no es un factor de riesgo para desarrollar otros problemas como la colitis, la enfermedad de Crohn o el cáncer de colon. Asimismo, no se trata de una condición fatal.
© Shutterstock
13 / 30 Fotos
Factores de riesgo
- Muchas personas presentan síntomas de SII de manera ocasional, pero unas son más propensas que otras a sufrirlos.
© Shutterstock
14 / 30 Fotos
Ser mujer
- El SII es más frecuente en mujeres. La terapia de estrógeno antes o después de la menopausia también es un factor de riesgo para desarrollar esta afección.
© Shutterstock
15 / 30 Fotos
Antecedentes familiares
- Si bien la alimentación y el estilo de vida pueden influir, los estudios demuestran que el SII también puede ser hereditario.
© Shutterstock
16 / 30 Fotos
Ser joven
- El SII suele ser más común entre los menores de 50 años.
© Shutterstock
17 / 30 Fotos
Problemas de salud mental
- La ansiedad, la depresión y otros problemas mentales también pueden influir en el desarrollo de este síndrome.
© Shutterstock
18 / 30 Fotos
Complicaciones
- El SII también puede surgir a raíz de otras complicaciones, como la diarrea o el estreñimiento crónicos, lo que a su vez puede provocar hemorroides.
© Shutterstock
19 / 30 Fotos
Mala calidad de vida
- Además, quienes presentan síntomas moderados o severos de SII suelen tener una peor calidad de vida. Los estudios incluso apuntan a que las personas que padecen este problema llegan a faltar el triple al trabajo.
© Shutterstock
20 / 30 Fotos
Cambios de humor
- Vivir con SII puede dar pie a la depresión o a la ansiedad. Asimismo, esto puede empeorar los síntomas del síndrome.
© Shutterstock
21 / 30 Fotos
¿Se supera?
- El SII es un problema crónico, lo que significa que puede afectarte de por vida. Sin embargo, esto no quiere decir que vayas a tener síntomas todos los días, sino que se manifestarán de vez en cuando.
© Shutterstock
22 / 30 Fotos
Vivir con SII
- Tanto si tienes síntomas leves como graves, hay varias cosas que puedes hacer para aliviarlos.
© Shutterstock
23 / 30 Fotos
Cambios de dieta
- Los alimentos suelen uno de los desencadenantes más habituales de los síntomas del SII. Apunta lo que comes para detectar cuáles te sientan peor. Asimismo, puede que te convenga ir a un nutricionista.
© Shutterstock
24 / 30 Fotos
Mayor actividad física
- Hacer deporte con regularidad puede ayudar a paliar los síntomas. Esto se debe a que el ejercicio estimula las contracciones intestinales y reduce el estrés.
© Shutterstock
25 / 30 Fotos
Menos estrés
- Practicar la consciencia plena y la relajación puede ayudarte a interpretar mejor tus sensaciones corporales sin estrés. Esto, a su vez, puede contribuir a tu bienestar físico y mental.
© Shutterstock
26 / 30 Fotos
Medicación
- Si la relajación o los cambios de estilo de vida y alimentación no ayudan, puede que el médico te recomiende tomar suplementos de fibra, laxantes u otros medicamentos.
© Shutterstock
27 / 30 Fotos
Terapia
- Si los síntomas persisten tras probar todos estos métodos, puedes intentar recurrir a la terapia cognitivo-conductual para entender mejor cómo se relacionan con el miedo o el estrés. También te permitirá aprender a identificar y modificar las respuestas físicas a estos estímulos para paliar los síntomas.
© Shutterstock
28 / 30 Fotos
Terapias alternativas
- Las terapias alternativas (como la acupuntura o los masajes terapéuticos) también parecen ayudar a gestionar los síntomas del SII. Fuentes: (Johns Hopkins Medicine) (Medical News Today) (Cleveland Clinic) Ver también: Los mejores alimentos para combatir la hinchazón
© Shutterstock
29 / 30 Fotos
© Shutterstock
0 / 30 Fotos
Síntomas
- Los síntomas del SII varían, pero los más comunes suelen ser los cólicos y la hinchazón, así como los cambios en el aspecto y la frecuencia de las deposiciones.
© Shutterstock
1 / 30 Fotos
Cuándo ir al médico
- Si sueles tener un tránsito intestinal irregular o presentas otros síntomas propios del SII, háblalo con tu médico.
© Shutterstock
2 / 30 Fotos
Causas
- Aún no se sabe a ciencia cierta qué es lo que provoca el SII, pero hay algunos factores que parecen influir en su desarrollo.
© Shutterstock
3 / 30 Fotos
Contracciones musculares en el intestino
- Las paredes de los intestinos están revestidas de capas musculares que se contraen a medida que la comida se desplaza por el tubo digestivo. El SII puede hacer que estas contracciones sean más fuertes y duraderas, lo que puede dar lugar a gases, hinchazón y diarrea. También puede darse el caso de que las contracciones sean demasiado débiles, lo que hace que la comida pase más despacio y que las heces se vuelvan más duras y secas.
© Shutterstock
4 / 30 Fotos
Sistema nervioso
- Los problemas neurales del sistema digestivo pueden hacer que el cuerpo reaccione de manera exagerada a ciertos cambios que ocurren de forma habitual durante la digestión. Esto se traduce en dolor, diarrea o estreñimiento.
© Shutterstock
5 / 30 Fotos
Infección grave
- El SII puede desarrollarse como resultado de un episodio grave de diarrea provocado por un virus o bacteria (gastroenteritis). Se cree que también podría estar asociado a un sobrecrecimiento bacteriano en los intestinos.
© Shutterstock
6 / 30 Fotos
Estrés precoz
- Las personas expuestas a unos altos niveles de estrés o sucesos traumáticos (sobre todo durante la infancia) tienden a tener más síntomas.
© Shutterstock
7 / 30 Fotos
Cambios en la flora intestinal
- Estos cambios pueden darse en las bacterias, hongos y virus que normalmente residen en nuestro intestino y que juegan un papel importante en nuestra salud. Las investigaciones demuestran que la flora intestinal de quienes tienen SII puede diferir de la del resto de personas.
© Shutterstock
8 / 30 Fotos
Desencadenantes
- Quienes sufren SII verán que hay ciertas cosas que pueden empeorar los síntomas.
© Shutterstock
9 / 30 Fotos
Comida
- Ciertas bebidas y alimentos pueden empeorar los síntomas del SII. Tal es el caso del trigo, los lácteos, los cítricos, las legumbres, la col, la leche y las bebidas carbonatadas.
© Shutterstock
10 / 30 Fotos
Estrés
- Los síntomas tienden a agravarse o volverse más frecuentes durante los periodos de mayor estrés. Sin embargo, esta no provoca SII, solo lo empeora.
© Shutterstock
11 / 30 Fotos
El SII no se puede prevenir
- Como no se sabe cuál es la causa exacta del SII, no se puede evitar ni prevenir, pero sí es posible mantener los síntomas a raya si se evitan los desencadenantes.
© Shutterstock
12 / 30 Fotos
¿Puede dar pie a otros problemas más serios?
- El SII no es un factor de riesgo para desarrollar otros problemas como la colitis, la enfermedad de Crohn o el cáncer de colon. Asimismo, no se trata de una condición fatal.
© Shutterstock
13 / 30 Fotos
Factores de riesgo
- Muchas personas presentan síntomas de SII de manera ocasional, pero unas son más propensas que otras a sufrirlos.
© Shutterstock
14 / 30 Fotos
Ser mujer
- El SII es más frecuente en mujeres. La terapia de estrógeno antes o después de la menopausia también es un factor de riesgo para desarrollar esta afección.
© Shutterstock
15 / 30 Fotos
Antecedentes familiares
- Si bien la alimentación y el estilo de vida pueden influir, los estudios demuestran que el SII también puede ser hereditario.
© Shutterstock
16 / 30 Fotos
Ser joven
- El SII suele ser más común entre los menores de 50 años.
© Shutterstock
17 / 30 Fotos
Problemas de salud mental
- La ansiedad, la depresión y otros problemas mentales también pueden influir en el desarrollo de este síndrome.
© Shutterstock
18 / 30 Fotos
Complicaciones
- El SII también puede surgir a raíz de otras complicaciones, como la diarrea o el estreñimiento crónicos, lo que a su vez puede provocar hemorroides.
© Shutterstock
19 / 30 Fotos
Mala calidad de vida
- Además, quienes presentan síntomas moderados o severos de SII suelen tener una peor calidad de vida. Los estudios incluso apuntan a que las personas que padecen este problema llegan a faltar el triple al trabajo.
© Shutterstock
20 / 30 Fotos
Cambios de humor
- Vivir con SII puede dar pie a la depresión o a la ansiedad. Asimismo, esto puede empeorar los síntomas del síndrome.
© Shutterstock
21 / 30 Fotos
¿Se supera?
- El SII es un problema crónico, lo que significa que puede afectarte de por vida. Sin embargo, esto no quiere decir que vayas a tener síntomas todos los días, sino que se manifestarán de vez en cuando.
© Shutterstock
22 / 30 Fotos
Vivir con SII
- Tanto si tienes síntomas leves como graves, hay varias cosas que puedes hacer para aliviarlos.
© Shutterstock
23 / 30 Fotos
Cambios de dieta
- Los alimentos suelen uno de los desencadenantes más habituales de los síntomas del SII. Apunta lo que comes para detectar cuáles te sientan peor. Asimismo, puede que te convenga ir a un nutricionista.
© Shutterstock
24 / 30 Fotos
Mayor actividad física
- Hacer deporte con regularidad puede ayudar a paliar los síntomas. Esto se debe a que el ejercicio estimula las contracciones intestinales y reduce el estrés.
© Shutterstock
25 / 30 Fotos
Menos estrés
- Practicar la consciencia plena y la relajación puede ayudarte a interpretar mejor tus sensaciones corporales sin estrés. Esto, a su vez, puede contribuir a tu bienestar físico y mental.
© Shutterstock
26 / 30 Fotos
Medicación
- Si la relajación o los cambios de estilo de vida y alimentación no ayudan, puede que el médico te recomiende tomar suplementos de fibra, laxantes u otros medicamentos.
© Shutterstock
27 / 30 Fotos
Terapia
- Si los síntomas persisten tras probar todos estos métodos, puedes intentar recurrir a la terapia cognitivo-conductual para entender mejor cómo se relacionan con el miedo o el estrés. También te permitirá aprender a identificar y modificar las respuestas físicas a estos estímulos para paliar los síntomas.
© Shutterstock
28 / 30 Fotos
Terapias alternativas
- Las terapias alternativas (como la acupuntura o los masajes terapéuticos) también parecen ayudar a gestionar los síntomas del SII. Fuentes: (Johns Hopkins Medicine) (Medical News Today) (Cleveland Clinic) Ver también: Los mejores alimentos para combatir la hinchazón
© Shutterstock
29 / 30 Fotos
Síndrome del intestino irritable: ¿cómo lidiar con él?
Descubre algunos consejos en la galería
© Shutterstock
El síndrome del intestino irritable es un trastorno habitual que afecta al estómago y al intestino. Los cólicos, la hinchazón y el estreñimiento son solo algunos de los síntomas de este problema crónico que debe gestionarse a largo plazo. Por desgracia, el SII puede ser estresante y doloroso y afectar a la calidad de vida de quienes lo padecen. Sin embargo, las personas con este síndrome pueden recurrir a ciertas estrategias para paliar los síntomas. Si quieres saber más al respecto, ¡sigue leyendo!
RECOMENDADO PARA TI






















Lo más leído
- ÚLTIMo día
- HORA
- SEMANA
-
1
SALUD Aceites esenciales
-
2
-
3
-
4
ESTILO DE VIDA Tecnología
-
5
ESTILO DE VIDA Comunicación
-
6
-
7
FAMA Caribeño-estadounidense
-
8
ESTILO DE VIDA Astrología
-
9
ESTILO DE VIDA Meditación
-
10
ESTILO DE VIDA Astrología
© 2023 Stars Insider. Todos los derechos reservados.