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Siempre en línea -

Piénsalo, ¿cuándo ha sido la última vez que te has conectado a internet? En el metro, en el baño, en la calle, en el túnel... Nunca hay tiempo para descansar sin tener el móvil en la mano, por ejemplo.

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Diagnósticos - La disponibilidad de hacer tus propios diagnósticos en casa gracias a las consultas de internet puede tener consecuencias graves y hacer que una persona hipocondriaca genere la manía de mirarlo todo el tiempo.

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Adiós a la listas telefónicas - ¿Recuerdas que hace algunos años había guías telefónicas en casa con todos los números disponibles de tu ciudad? ¡Todo eso está en internet ya!

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CDs - ¿Y aquellos tiempos en los que grababas música en un CD? Con internet tienes libre acceso a todas las canciones que desees y en varios formatos.

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Relojes - Ahora hay marcas de tecnología que producen modelos que se conectan a internet para interactuar con tu móvil, ordenador o televisión.

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Adicción real - Ser adicto a internet es ya un trastorno comprobado científicamente como muestra The Guardian. En China hay centros de rehabilitación para estas personas.

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¿Enfermedad? - Lo cierto es que varios investigadores han afirmado que la adicción a internet es una enfermedad mental que tiene que tomarse muy en serio.

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¿Hasta dónde llega? - Incluso en el propio Monte Everest hay red para conectar cualquier móvil y ordenador al Facebook si realmente es necesario.

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Más tareas - Con internet ha llegado también la posibilidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo. ¿Eres de los que tienen varias ventanas abiertas a la vez? ¡Cuidado, de todas formas, porque su productividad puede disminuir!

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Atención disminuida - Con internet llegó también la necesidad de estar haciendo algo constantemente. Por ejemplo, ¿a que te pones nervioso cuando un vídeo no carga? La mayoría de las personas desisten si pasados 10 segundos sigue sin funcionar. Hace unos años era algo impensable.

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Emails - ¿Cuándo fue la última vez que escribiste una carta? Si tienes menos de 30 años, es improbable que lo hayas hecho; pero seguro que sí emails (se escriben casi 204 millones cada minuto) o mensajes en el móvil.

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Antiguamente - En 1993 solo existían 1993 websites, actualmente las páginas que existen son innumerables...

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Dominios - Hay casi 100.000 dominios registrados cada día.

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Privacidad - ¿Qué tipo de privacidad hay hoy en día? Seguro que compartes casi todos los momentos de tu vida en Facebook, Twitter, Instagram... Ahora todos tus días están visibles para los demás.

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Enciclopedias - ¿Recuerdas haber consultado algo en una enciclopedia últimamente? Probablemente no. Esto se debe a la gran facilidad que nos aporta internet de poder buscar cualquier cosa en un segundo y en cualquier lugar.

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Peligro: Wikipedia - Aunque ahora Wikipedia ya no es una fuente tan dudosa como hace años, aún hay que tener cuidado y contrastar bien la información de la página.

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Números de teléfono - ¿Cuántos te sabes de memoria? Actualmente nadie memoriza números de teléfono porque el propio terminal los guarda vinculados al nombre de la persona. ¡Fácil!

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Tiendas online - Comprar en línea ya no es nada extraño. Con el uso del homebanking y PayPal está a la orden del día hacerlo así.

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Derecho legal - En 2010, Finlandia se convirtió en el primer país del mundo en declarar internet como un derecho básico legal.

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Nunca en internet - Una curiosidad para ti: el Papa Francisco nunca ha utilizado internet en toda su vida, según un artículo del National Geographic. 

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En la luna - Desde 2014, se puede acceder a internet desde la luna debido a una señal enviada por la NASA hacia el satélite celeste.

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Un día sin internet - Si internet dejase de existir durante un día, se perderían nada más y nada menos que 3.000 millones de búsquedas en Google.

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Violar derechos - De acuerdo con las Naciones Unidas, desconectar a alguien de internet es una violación contra los derechos humanos.

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Desayuno - De acuerdo con un estudio publicado por el Daily Mail, los adultos pasan más tiempo durante la mañana viendo su email y el resto de internet que desayunando propiamente.

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Tiempo - Varios estudios han demostrado que el tiempo que una persona pasa en internet ha aumentado significativamente. Por ejemplo, en 2002 la media era de 46 minutos; en 2012 pasó a 4 horas.

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Incluso en prisión -

En Noruega, todas las cárceles tienen acceso a internet para sus reclusos.

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