Se ha demostrado científicamente que la soledad provoca cambios físicos que pueden afectar a nuestra salud a largo plazo. Los estudios prueban que, cuando la gente se siente aislada socialmente, sus sistemas inmunitarios responden incrementando la inflamación y reduciendo las defensas. Por lo tanto, están más vulnerables ante enfermedades. Fuimos testigos de esto durante la pandemia del COVID-19 y probablemente nunca lo olvidaremos.
La parte positiva es que los fuertes lazos sociales están relacionados con vidas más largas y saludables: los amigos nos pueden ayudar a dormir mejor, a recuperarnos más rápido e incluso a que las heridas leves se curen en menos tiempo. Investigaciones recientes sobre "relojes epigenéticos" basados en el ADN revelan que el apoyo social vitalicio puede realmente ralentizar el envejecimiento biológico.
¿Sientes curiosidad? Haz clic en la siguiente galería para descubrir cómo afectan las amistades a nuestra salud y a nuestra vida.