La historia de la inflación europea está moldeada por las fricciones comerciales, los mercados energéticos y las presiones salariales, y la población está muy preocupada por cómo afectará a su presupuesto diario. Se prevé que la inflación en la zona Euro se suavice gradualmente, desde un 2,4% en 2024 hasta un 1,6% en 2026, antes de volver a subir de golpe.
Sin embargo, bajo esta tendencia general, las cifras nacionales varían considerablemente, desde las tasas persistentemente más altas de Europa del Este hasta la excepcional estabilidad de Suiza. Estas diferencias ponen de relieve la desigualdad que sigue existiendo en las políticas fiscales y de recuperación en todo el continente.
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