La reputación de Ibiza como destino para bailar hasta el amanecer está más que justificada. Sin embargo, esta isla española ofrece mucho más que una animada vida nocturna. Más allá de las raves techno se encuentra un lugar de serena belleza, un refugio mediterráneo bañado por el sol, impregnado de historia y bendecido con nada menos que cuatro sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además, visitarla fuera de la concurrida temporada de verano significa que esta seductora isla estará prácticamente a tu disposición.
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