A Júpiter se lo conoce como el "gran benefactor" y otorgador de obsequios. Representa la sabiduría, el conocimiento, la expansión, la espiritualidad y las bendiciones. Se dice que la influencia de este planeta en nuestra vida madura a los 16 años. Tal vez ese sea el motivo por el que los 15 y los 16 son edades tan importantes en muchas culturas.
Los aspectos positivos de Júpiter, como la sabiduría, la generosidad, la orientación y el optimismo podrían ser temas predominantes durante este periodo. Sin embargo, hay que tener cuidado con las manifestaciones negativas como la exageración, el narcisismo y la indulgencia excesiva.
Durante la maduración de Júpiter, alrededor de los 16 años, se te podrían presentar nuevas oportunidades para ampliar tus conocimientos, crecer a nivel espiritual y atraer la abundancia financiera.
El Sol representa el yo, el ego, la vitalidad, el poder, el gobierno, el liderazgo y la paternidad. Alcanza su madurez cuando cumplimos los 22 años.
El Sol representa nuestra autoridad, autoestima, creatividad y ambición, pero también contiene la energía de la arrogancia, la testarudez y la dominancia.
Durante la madurez del Sol, alrededor de los 22 años, podrías experimentar avances en tu vida laboral o descubrir tu vocación, así como ver con otros ojos la relación que mantienes con tu padre.
La Luna representa la mente, las emociones, el cuidado, la maternidad y lo público. Madura entre los 23 y los 24 años.
Durante este periodo podría acentuarse el aprendizaje de los aspectos positivos de la Luna, como la inteligencia emocional, la sensibilidad, la intuición y la flexibilidad. Sin embargo, esto significa que también podrían ponerse de relieve los aspectos negativos como los cambios de humor, la veleidad y la inestabilidad.
La madurez de la Luna a los 24 años marca el inicio de un periodo de mayor inteligencia emocional que nos permite gestionar y regular las emociones con más facilidad. La relación con las madres también se ve más acentuada en esta edad.
Venus representa el amor, la belleza, las relaciones, la creatividad y el lujo. Venus alcanza su madurez alrededor de los 25 años.
Aprender a equilibrar los aspectos positivos (talento artístico, sensualidad, encanto y gracia) y negativos (vicio, superficialidad, apego excesivo) de Venus es el principal reto de esta edad.
A los 25 pueden producirse grandes avances a nivel sentimental, como conocer a alguien especial o aprender lecciones muy valiosas de cara a una relación importante.
Marte representa la energía, la acción, el coraje, los hermanos y la determinación. El planeta rojo alcanza su madurez cuando cumplimos los 28 años.
Marte nos proporciona ímpetu, ambición, coraje y fuerza física, pero también alimenta nuestra agresividad, impulsividad y conflictividad.
Cuando Marte madura, la relación con los hermanos se estrecha y puedes sentirte más cómodo y asertivo a la hora de tomar las riendas de tu vida de otra manera.
Mercurio representa la comunicación, el intelecto, el aprendizaje, la comunicación y los negocios. Este planeta madura cuando cumplimos los 32 años.
La inteligencia, la curiosidad, el ingenio y la flexibilidad de Mercurio también deben compaginarse con la inquietud, la inconstancia y el nerviosismos propios de este planeta.
A los 32 años tendemos a centrarnos en cosas como gestionar nuestra habilidad para escribir y comunicarnos, así como para desarrollar nuevas habilidades que nos permitan organizarnos mejor. A esta edad también es habitual que haya cambios en las relaciones con los amigos.
Saturno simboliza los temas de la disciplina, la responsabilidad, los obstáculos, el karma y la trayectoria laboral. Este planeta tan importante madura a los 36 años.
Saturno premia la paciencia, la perseverancia, la disciplina y la planificación a largo plazo. Sin embargo, también rige las limitaciones, los retrasos y las dificultades. Estas manifestaciones positivas y negativas de su energía son los aspectos que más trabajamos a los 36 años.
La madurez de Saturno completa la transición hacia la adultez, de ahí que los 36 sean una edad tan importante en la vida de las personas. Se trata de un periodo en el que solemos aprender lecciones acerca de superar obstáculos, perseverar y asumir responsabilidades.
Rahu y Ketu son los equivalentes a los puntos nodales lunares norte y sur de la astrología occidental. El primero representa la cabeza del dragón (nodo norte) o el propósito vital, mientras que el segundo es la cola del dragón (nodo sur), es decir, el karma y el conocimiento de las vidas pasadas.
Rahu representa la ambición, el deseo, la obsesión y las metas poco convencionales. Es el nodo norte, aquello a lo que aspiramos en la vida, y alcanza la madurez a los 42 años.
Los atributos positivos de Rahu (la ambición, la innovación y el valor para asumir riesgos) podrían volverse especialmente predominantes durante este periodo. No obstante, lo mismo se aplica a sus manifestaciones negativas como la decepción, la confusión y los deseos descontrolados.
Caiga donde caiga el nodo norte en tu carta astral, este área atravesará un gran cambio tras la maduración de Rahu a los 42 años.
Ketu, el nodo sur (o la cola del dragón) representa la espiritualidad, el desapego, el misticismo y las experiencias de las vidas pasadas. Alcanza su madurez a los 48 años.
A esta edad se trabajan tanto los aspectos positivos de Ketu (intuición, desapego, crecimiento espiritual, etc.) como los negativos (confusión, aislamiento, distanciamiento de la realidad, etc.).
Caiga donde caiga Ketu en tu carta astral, irás notando más cambios positivos en este área a medida que tu nivel de desapego aumente y tus expectativas disminuyan.
Fuentes: (ClickAstro) (DKSCORE) (Planets4u)
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Las casas y los planetas maduran en momentos diferentes de la vida
ESTILO DE VIDA Astrología
Algunas edades las recordamos con más nitidez que otras, ya sea porque logramos algo importante o porque mantuvimos una relación que nos dejó marca. ¿Pero sabías que existe una razón astrológica por detrás de todo esto? Según la astrología védica, practicada tradicionalmente en India, los planetas y los puntos nodales lunares presentes en la carta astral de las personas maduran en momentos diferentes de la vida. La maduración de estos nodos y planetas se corresponde con lecciones y acontecimientos que marcan un antes y un después. La edad que tenemos cuando estos planetas maduran tienden a ser etapas decisivas en el viaje de la vida. Entonces, ¿cuándo ocurren exactamente y cuáles son las edades clave que debemos tener en cuenta? ¡Haz clic para descubrirlo!